sábado, 30 de mayo de 2020

Dime que "yield exit" eliges y te diré cuanto vales





Cada tanto y de acuerdo a las circunstancias, se ponen de moda determinadas expresiones, por lo general en inglés, de uso común para los especialistas per que para el ciudadano de a pie son muy difíciles de explicar.

En la actualidad, y de la mano de las negociaciones entre el Gobierno y los principales acreedores del exterior la que surgió con fuerza es la expresión yield exit.

Según los manuales de finanzas este término es “Es el rendimiento que se le pide a un nuevo bono que surge tras una reestructuración”.

Dicho en castellano la definición es tan críptica como en inglés. A lo sumo, quien la escucha o lee tiene que agradecer que está dicha en nuestra lengua materna. Es un paso…

Pero vayamos por partes.

En primer lugar en toda negociación que incluye la reestructuración de una deuda lo que se intenta es reducir el monto que se debe pagar al acreedor, así como la tasa de interés original, alargar los plazos o conseguir un determinado período de gracia.

Una vez planteado el tema, con las consabidas idas y vueltas entre las partes, el punto a acordar será el precio del bono que surja del canje. Y es aquí donde entra a jugar la yield exit.

Cada inversor estima, en un momento dado, qué rendimiento es lógico pedirle a un bono a ese emisor, teniendo en cuenta esos plazos, tasas, etc.

En este juego está claro que cuanto más riesgoso se juzga el instrumento, pero sobre todo el futuro económico de la Argentina, más rendimiento le exigirá.

Cabe consignar que al inicio de las conversaciones las tasas que proponían las partes diferían sustancialmente, pero como sucede en toda negociación, con el tiempo se fueron acercando y hoy estaría en el orden del 10%.

Como para muestra vale un botón, para medir el riesgo implícito en todo esto, los bonos de algunos “vecinos del barrio” tienen tasas de interés que en promedio rondan el 3%.

A partir de esta coincidencia, la discusión vuelve al punto inicial, es decir cual será el precio de salida, pero bajo otras premisas, que pasan por la revisión del resto de las variables.

Entonces, una vez acordada la yield exit, lo que queda por resolver son el período de gracia de los intereses, si estos se capitalizan o no, los plazos de los diferentes bonos, la forma de pago o devolución del capital, etc.

Y es en ese punto donde afloran las diferencias, pues por un lado el Gobierno ofrece un precio que puede rondar los 48 dólares, frente a los 55 que exigen los acreedores.

Aquí el juego ya es más complicado y lo que empieza a jugar son las diferentes combinaciones de tasas y plazos. 

¿Por qué? Muy sencillo, porque el tiempo juega un rol central en la discusión. No son lo mismo u$s100 de hoy que esos mismos u$s100 pagaderos dentro de 10, 20 o 30 años.


Entonces, para llegar al precio actual lo que hacen los economistas es calcular lo que se denomina el “Valor Actual Neto” o “Valor Presente Neto”, que no es otra cosa que reexpresar cada uno de los vencimientos futuros a precios de hoy, tomando precisamente como dato la “yield exit”.

Es obvio que si existe acuerdo en cuanto a esta tasa y aún surgen diferencias en lo que se refiere al precio inicial de los nuevos bonos, lo que está en discusión es precisamente la estructura de cada una de las nuevas series.

Y este es el gran desafío que están enfrentando por estas horas, en las que la inflexibilidad es la peor consejera y en la que una vez más debería primar el principio de Pareto, según el cual en muchas ocasiones es aconsejable ceder un 20% para ganar el 80% restante.


viernes, 22 de mayo de 2020

¿Cómo impacta la pandemia en la economía de los países de la región?





La pandemia  del Covid-19 dejará su marca indeleble en la mayoría de las economías latinoamericanas, al menos en lo que hace al año actual y poco se sabe sobre lo que puede suceder una vez superado el momento más álgido de contagios.

No obstante, conviene repasar como es la situación de cada país en particular en lo que hace a cuatro indicadores clave: variación del PBI, inflación, desempleo y evolución del tipo de cambio.

Según la habitual encuesta que realiza FocusEconomics, que se elabora a partir de los pronósticos de consultoras privadas, universidades y bancos de los diferentes países, los resultados más significativos son los siguientes:

Evolución del PBI

En términos generales, la actividad económica de todos los países se verá afectada, siendo lo más significativo lo que sucede en Venezuela, pues en el país caribeño el PBI caería nuevamente casi el 20%. Muy por debajo le siguen en orden decreciente México, con el 7,1% y Argentina, con el 6,9%.

El siguiente conjunto de países se ubica en promedio en torno del 5%. En este segmento se pueden mencionar Ecuador, con el 5,8% de caída, Perú, con el 5% y Brasil, que caería el 4,9 por ciento.

Mejor suerte correrían Uruguay, Chile y Colombia, ya que retrocederían 3,9%, 3,2% y 3,1%, respectivamente.  Pero sin duda que la mejor parte la llevaría Paraguay, pues su economía solo caería a lo largo del año un 1,7 por ciento.

De confirmarse estos guarismos, la región sufriría una contracción promedio del orden del 6,1%, pero si se excluye a Venezuela, ese porcentaje se reduciría a poco menos del 5 por ciento.

En cuanto a lo que pueda suceder en 2021 en caso de superarse la situación actual, se estima que el PBI regional recuperaría un 3,4%, por lo que retrocedería a los niveles vigentes en 2017. Conclusión: la pandemia destruye la mejora del nivel de actividad de los dos años anteriores.


Desempleo

De la mano de la caída del nivel de actividad, el desempleo aumentará en todos los países. Una vez más, la peor situación se vivirá en Venezuela, donde el indicador rozará el 30%.Colombia, Brasil y Argentina mostrarán niveles por encima del 10%, del orden del 14,1%, 13,7% y 12,5%, respectivamente.

Ecuador, Chile, Perú y Uruguay, por su parte, promediarán el 9,5%, en tanto que Paraguay y México tendrán tasas del 7,0% y 5,7%, respectivamente.
Inflación

En este rubro, los mayores ratios se encuentran en Venezuela y Argentina, pues las estimaciones rondan el 360% y 46%, respectivamente. En el resto de los países, y como consecuencia de la abrupta caída del nivel de actividad, se espera que la inflación se mantenga acotada en torno del 3 por ciento, con mínimos del 1,4% en Perú y 3% en Chile. 

En Ecuador, debido a que la economía está dolarizada, se espera una deflación del orden del 0,2 por ciento.

Tipo de cambio

Una vez más, Argentina será el país que más devaluará su moneda, pues se estima que el peso perderá el 45% frente al dólar. También serán significativas las depreciaciones del peso chileno (31%) y del Real (27%). 

Por su parte, en México, Uruguay y Colombia las devaluaciones rondarán el 20%. En este contexto, tanto Paraguay como Perú serán los países en los que menos variará el tipo de cambio.

El efecto combinado

Más allá de lo que indican las estimaciones para cada rubro en particular, puede ser interesante determinar la posición de cada país en relación al promedio regional. En breve síntesis el cuadro siguiente es muy ilustrativo al respecto.



Del mismo surge que Venezuela y Argentina son los dos países más comprometidos por la pandemia, a partir de sus problemas de arrastre, pues los cuatro indicadores se ubican por encima del promedio. Luego se ubica Brasil con 3. Uruguay y Colombia muestran dos datos negativos (desempleo y devaluación), mientras que Ecuador y Perú solo superan los promedios en un solo caso (caída del PBI). 

En este contexto, los menos afectados por la pandemia serían Chile y Paraguay, en particular este último.

martes, 19 de mayo de 2020

¿Qué es BlackRock, el mayor fondo de inversiones con el que debe negociar Guzmán?


Por estos días un medio digital publicó que uno de los ministros del área económica mandó averiguar si el fondo de inversión BlackRock tenía participación en alguna compañía cerealera y se sorprendió al saber que efectivamente es el dueño del 6% de Bunge. 
A partir de ese dato, se comenzó a fantasear con la idea que el fondo era una uno de los culpables de la disparada del dólar en las últimas semanas y que todo podría ser parte de una maniobra del fondo para presionar al Gobierno en medio de la negociación por la deuda.
Más allá de las teorías conspirativas, lo que sí es cierto es que las acciones y bonos de Argentina ocupan un lugar muy pequeño dentro del mapa de inversiones de BlackRock, ya que gestiona activos por más de 6 billones de dólares y es el mayor administrador de fondos de occidente, con participaciones accionarias en más de 17.000 empresas en todo el mundo. Es por ello que se lo considera como uno de los grupos financieros más influyentes en Wall Street y Washington, ​ así como en Europa.
No por nada, un prestigioso economista le susurró al oído a Martín Guzmán: “arreglá con Fink, que después aceptan todos”.
Haciendo un poco de historia, la compañía fue fundada en Nueva York en 1988 por Larry Fink y Robert S. Kapito, y se trata de un desprendimiento de otra firma del sector financiero: Blackstone.
Curiosamente, su enorme crecimiento se produjo a partir de la crisis del 2009, ya que de no mediar esa circunstancia, posiblemente no hubiera experimentado una evolución tan rápida sin los cambios sin precedentes provocados por la recesión. 
La historia de la consolidación de la posición actual de BlackRock es un fiel reflejo de la historia del sector financiero durante los últimos 10 años. 
En este lapso, BlackRock se benefició de determinadas coyunturas, como el auge de los fondos cotizados (los denominados ETF), los fondos de índices y la inversión con comisiones low cost; la menor tolerancia al riesgo por parte de los consumidores, el mayor nerviosismo de las instituciones y los planes del Gobierno para comprender este colapso y evitar otras crisis en el futuro.
En el caso de Argentina, en la actualidad posee bonos de deuda por unos u$s2.000 millones, mientras que en materia de acciones, entre otras inversiones, en 2019 tenía en cartera una participación del 5,2% en Pampa, 3,1% en Grupo Galicia, 2,6% en Banco Macro y menor al 1% en Globant, YPF, Telecom, TGS y BBVA. En tanto que, como ya se mencionara, posee un 6% del Grupo Bunge.
Entre sus múltiples inversiones en diferentes países, participa en algunas de las principales agencias de rating como Moody's (3,28%) y McGraw-Hill (3,84%). En otro orden, posee el 7% de la empresa que resultó de la fusión entre Bayer y Monsanto y alcanzó una participación del 5,11% en el grupo siderúrgico ArcelorMittal.
En España, en tanto, tiene invertidos unos 9.000 millones de euros en el sector financiero, siendo el principal accionista de Santander, con el 6% del capital y de BBVA, con el 5% y tiene cerca del 3% del Banco Popular. También es el tercero de Banco Sabadell y Bankinter
Por otra parte, posee participaciones en grandes empresas multinacionales españolas, como por ejemplo, Telefónica, con el 3,9% y Repsol, con otro 3,25 por ciento. A partir de estas y otras inversiones en empresas españolas se lo considera como el principal accionista del Ibex 35, que es el mercado bursátil madrileño, con más de 12.000 millones de euros
Algo similar sucede en México, donde mantiene posiciones en la mayoría de las empresas que cotizan en la bolsa local. casi duplicando al segundo mayor inversionista del mercado accionario The Vanguard Group.
Allí, sus mayores inversiones se concentran en América Móvil, la productora de cemento más grande de México Cemex y la embotelladora Coca-Cola FEMSA, entre otras. ​
En abril de 2020, la división de consultoría de BlackRock ganó un contrato de la Reserva Federal de Estados Unidos para gestionar su programa de estímulo financiero, lo cual desató acusaciones de conflicto de interés porque el programa incluye una línea de compra de participaciones en fondos cotizados y BlackRock controla la mitad de dichos fondos en Estados Unidos.
Detalles de la oferta de BlackRock
Este fondo, junto con Fidelity,Ashmore y T.Rowe confroman  el denominado Ad Hoc Bondholders Group. Entre todos ellos tienen bonos del canje de 2005 y también Globales emitidos a partir de 2016.
Su propuesta se basa en  una serie de 12 bonos nuevos, la mitad en dólares y la mitad en euros, sin quita de capital en ocho de ellos y con una quita de apenas 1% en cuatro: aquellos en euros y en dólares que maduran en 2036 y 2047.
La tasa de interés propuesta es del 4,44%, con un año de gracia y amortización de capital a partir de 2025. La propuesta implica un Valor Presente ligeramente superior a las otras dos; 60 dólares por cada 100 de deuda nominal, siempre calculada a una exit yield del 10%.
 De ser aceptada, generaría un “alivio” en el cash flow de u$s32.000 millones a lo largo de diez años.
 Entre otras cuestiones, exige que los intereses devengados durante el período de gracia se deben pagar a la madurez de cada serie.

lunes, 18 de mayo de 2020

¿Será la crisis actual igual o peor que la de las hipotecas subprime del 2009?





Desde el mismo momento en que se desató la pandemia del Covid-19 el mundo entero ingresó en un escenario de desconcierto generalizado, pues por primera vez en muchas décadas se enfrenta a una crisis cuyo origen es eminentemente sanitario. 

Esta es la gran diferencia respecto a las anteriores, como la del 30 o la de 2009 cuyos orígenes fueron inicialmente exclusivamente financieros.

En este contexto, lo que sí surgió como un común denominador por parte de un buen número de gobiernos, el establecimiento de diferentes formas de aislamiento social y la provisión en mayor o menor grado de asistencia financiera a empresas y personas, con la intención de tratar de sostener de alguna manera un mínimo nivel de actividad económica.

Todo ello en un contexto en el que prácticamente todos los indicadores económicos se derrumbaron, al tiempo que se dispararon los niveles de desempleo.

Si bien esta es la foto de la situación actual, si alguien tratara de imaginar como sigue la película, esta podría llegar a catalogarse en el mejor de los casos como una de suspenso y en el peor de los casos de terror.

El porqué de esta afirmación se basa en que existen pocos antecedentes sobre crisis de estas características.

Para peor, esta es de carácter cíclico y no sistémico, su capacidad de destrucción es mucho más abrupta, castigando tanto a la oferta como a la demanda.

Tanto es así que algunos analistas consideran que no ha existido una experiencia colectiva global tan traumática como la actual desde la II Guerra Mundial (1939-1945)

En este escenario, es previsible que la actual caída del nivel de actividad llevará a la quiebra de muchas empresas, dejando sin empleo a millones de personas en todo el mundo, con el consiguiente impacto sobre las economías familiares y sus patrimonios.

Este previsible default del sector privado podría provocar una nueva crisis en el sector inmobiliario debido a la ejecución de las hipotecas por falta de pago y una caída en los fundamentos del los bancos en lo que hace a la calidad de sus activos y rentabilidad. Es en este punto cuando el problema podría dejar de ser solo sanitario, para pasar a ser financiero.  

Es por ello que su rol podría ir cambiando con el transcurso de los meses, pues si bien hasta ahora actuaron como canales de distribución de los fondos de ayuda, de agravarse esta situación podrían ser ellos mismos los demandantes de ayuda gubernamental.

De esta manera se repetiría el problema de la crisis de 2008 en la que pese a la enorme cantidad de dinero que se emitió, este no circuló por la desconfianza reinante. Ahora el problema es que no sabemos cuándo parará la pandemia. Y es aquí donde la película es de suspenso.

En este contexto, la gran pregunta que tienen los economistas sobre la mesa es la forma que tomará la recuperación: ¿Tendrá una ‘V’ o una ‘U’? o adoptará la forma mas temida y será una ‘L’?. Entonces si, la película sería de terror, pues de ser así la recesión podría ser prolongada. 

Con algunos matices y bastante incertidumbre, la recuperación en ‘V’ podría ser el escenario más probable para la mayoría de los países, bajo el supuesto fuerte de que las políticas económicas son acertadas. .

Según los analistas, la actividad económica podría comenzar a recuperarse si todo va bien a partir del tercer trimestre de 2020. Pero todo dependerá, una vez más, de la evolución de la pandemia y del tiempo que el mundo se acomode a la “nueva normalidad”.

Pero cuidado, ya que un rebrote de la pandemia podría dar lugar a una recuperación en forma de ‘W’, aunque con un retroceso del PIB menor en la segunda caída.

Otro punto que está claro es que la recuperación no será igual para todos los sectores y empresas. En unos será más lenta que en otros, y posiblemente no todos vuelvan al nivel de actividad inicial, como consecuencia de los cambios en los patrones de consumo, en la organización de la producción y la logística.

Y aquí también jugará un rol preponderante el sistema financiero y la actitud que adopte frente a los nuevos desafíos. En tal sentido, una vez más se debe analizar cual es la situación en términos de liquidez, solvencia y rentabilidad. 

Hoy lo que sobra es liquidez, pero en caso de que comience a disminuir, nuevamente será clave la asistencia gubernamental para mantener en funcionamiento la economía y ello dependerá de hasta cuanto pueden seguir emitiendo y de las garantías que puedan otorgar.

En lo que hace a la solvencia, si bien hoy no está amenazada, será clave seguir de cerca la duración de la pandemia y la forma en que esta impacte sobre las empresas y las familias, ya que a su vez impactará en los activos de los bancos, debido a lo que se supone será un aumento descontrolado de la mora.

A manera de ejemplo, el banco Morgan Stanley estima que la tasa de morosidad se multiplicará por dos y el nivel de impagos podría crecer en forma exponencial.

De ser así, obligaría a los bancos a cubrir sus pérdidas con grandes dosis de dinero, por lo que la rentabilidad, que ya venía en baja en el primer trimestre, se vería seriamente afectada.

La cuestión es si tendrán suficiente capital, es decir solvencia para absorber el deterioro si -como sucedió en la crisis financiera- las provisiones y las consiguientes pérdidas son mucho mayores de las que esperan. Ahí existen muchas dudas. 

Entonces sí, el problema pasaría a ser financiero y los afectados seríamos todos. Gracias.  

jueves, 14 de mayo de 2020

¿En que lugar se ubica Argentina en el ranking mundial de defaults?





Ante la posibilidad cierta de que Argentina incurra en un nuevo default de su deuda, vuelve a la memoria colectiva lo sucedido a fines de 2001 y principios del año siguiente, cuando en un clima de jolgorio el por entonces efímero presidente Rodriguez Saa anunció ante un Congreso eufórico que se declaraba la cesación unilateral de pagos.

Debieron pasar varios años para que otra crisis, esta vez ajena, nos hiciera rememorar esos momentos. Se trataba de la ampulosa crisis griega, que puso en jaque a la poderosa Eurozona.

Si bien ambos acontecimientos de impago fueron los más voluminosos en cuanto al monto declarado, para desilusión de muchos ni Grecia ni la Argentina son las naciones con más crisis de deuda externa a lo largo de la historia.

En tal sentido, el país que más crisis de deuda externa ha tenido a lo largo de la historia es España, con 14 crisis relacionadas con compromisos financieros.

Así se desprende de un ranking de países con más defaults desde el siglo XVI (o su independencia) elaborado a partir de datos compilados por Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, y otros investigadores.

A España le siguen en orden de eventos Venezuela y Ecuador (con 11); Brasil (con 10), y Costa Rica, México, Perú y Chile (con 9), en tanto que hasta ahora Argentina figura bastante más abajo, con 8 eventos, por ahora y Grecia con 6.

En cambio, la Argentina si ostentó por algunos años el triste  récord de haber tenido el cese de pagos más grande la historia. Ocurrió precisamente en 2001, cuando no se cumplió con un pago de deuda equivalente a u$s77.000 millones, hecho considerado hasta ese momento por economistas como Jill Hedges como el default soberano más grande de la historia.

Sin embargo, algunos años después, la nueva marca la estableció Grecia en 2010, cuando quebrado por la crisis financiera que estalló en 2008, declaró un default por unos u$s276.000 millones. Se trató de una reestructuración que estuvo bajo los auspicios de la Unión Europea y el FMI.

De todas maneras, los economistas creen que es muy difícil hablar del "mayor default de la historia", ya que es complicado comparar cesaciones de pagos del pasado, en monedas cuyos valores son difíciles de actualizar, con las más recientes. Ahora el monto en juego ronda los u$s66.000 millones, es decir por debajo del impago de 2001

¿Cuál fue el primer default de la historia?

Demás está decir que la opción de declarar un “pagadiós” no es novedosa, ya que el incumplimiento del pago de una deuda es, al parecer, tan antiguo como la historia misma.

Los economistas ubican en Grecia la primera forma de default registrada, en el año 377 antes de Cristo, cuando una decena de polis -ciudades griegas- decidieron no cumplir con sus obligaciones financieras.

Sin embargo, la mayoría de las crisis de deuda en la Antigüedad se resolvieron a través de la inflación y las devaluaciones, con lo que se terminaba devolviendo menos dinero en términos reales, como una suerte de reestructuración de facto.

¿Las cesaciones de pagos son eventos extraordinarios o comunes?
Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, contabilizaron los defaults de deudas soberanas (las declaradas por Estados) desde 1800 hasta la década de 2000 y su estudio llegó a 250 cesaciones de pagos en 200 años, es decir, un promedio de más de una por año.

Antes del siglo XIX los defaults se producían mayoritariamente por eventos extraordinarios como guerras y revoluciones, pero a partir de entonces han estado más vinculados al manejo financiero.

La conclusión de los investigadores de Harvard es que los defaults son inherentes a la economía global y no son tan raros y anormales como algunos países centrales, economistas ortodoxos y medios de comunicación quieren hacer parecer.

Según las Naciones Unidas sobre esta materia, los países en desarrollo han sido los más vulnerables a las crisis de deuda a partir de la década de 1950, ya que desde entonces ha habido más de 600 casos de reestructuraciones en unos 95 países, un fenómeno que el organismo considera "generalizado".

En sentido inverso, hay muy pocos países que dejaron de pagar sus deudas o las han reestructurado. Entre ellos figuran Suiza, Bélgica, Noruega, Finlandia, Corea del Sur, Singapur y Nueva Zelanda.

Curiosamente, países como EE.UU., Reino Unido y Alemania, si bien no tienen un historial limpio, son considerados "creíbles" por los mercados internacionales. En tal sentido, las principales razones son dos: porque han tenido largos períodos libres de defaults y porque son los grandes acreedores del mundo.

martes, 12 de mayo de 2020

¿Cuáles son los productos más vendidos en la cuarentena por e-commerce?



Con el inicio de la cuarentena el consumo de productos básicos “in situ” se disparó en forma considerable, pero con el transcurso de los días y ante la comprobación de que las góndolas de supermercados y comercios de cercanía se mantenían relativamente bien abastecidas, la etapa de la acumulación pasó y se ingresó a una etapa de reposición, muy similar a la de “épocas normales".

En aquel momento los grandes ganadores fueron los hipermercados y mayoristas, pero con el transcurso de los días fueron ganando espacio los negocios de proximidad.

 En líneas generales, en marzo el consumo creció 24,8% según el índice express de Nielsen, con los productos de limpieza creciendo 63% mientras que los de almacén subieron casi 30% y los frescos un 20%.

En el caso de las farmacias, los productos vinculados a la pandemia fueron los más demandados. Según un informe de Iqvia, en marzo los vinculados a la higiene de manos crecieron 521% en ventas mientras que la vitamina C -contra los resfríos- avanzó un 200% y los termómetros crecieron 181 por ciento

Si se toma solo la última semana de marzo, las compras en almacenes y mercados de barrio o supermercados exprés tuvieron un crecimiento del 70%. Lo llamativo es lo sucedido con los productos ligados al Covid-19, pues las ventas se multiplicaron por 8. En tanto, en los supermercados esa suba fue del 134% y del 156% en el caso de los mayoristas.

 El boom del e-commerce 
En este contexto, las ventas de e-commerce baten récords. A manera de ejemplo, en la última semana de marzo acumulaban un alza del orden del 700% frente a igual período del año anterior, según la consultora Nielsen.

 De hecho, en la cuarentena millones de personas ingresaron por primera vez a esta forma de comprar vía web. Según la consultora Kantar Argentina, tres de cada diez compradores online adquirieron sus productos por primera vez con esta modalidad desde mediados de marzo

Las ventas online en supermercados fueron lideradas entre otros por los helados, que subieron 2.148%, mientras que la levadura avanzó 2.000 por ciento.

Por su parte, las ventas de almacén crecieron 572% y las de frescos 449% y las de productos de limpieza avanzaron casi un 380%. Como dato curioso, las compras de chocolate, que para muchos su consumo es fundamental para sobrellevar el aislamiento, subieron 1.800%, mientras que las tinturas, con las peluquerías cerradas, crecieron 1.300% en ventas.

Pero no solo de coronavirus se nutrió el e-commerce, ya que el dengue hizo que los insecticidas crecieron casi 2.000%. 

 Más acá en el tiempo, la Cámara Argentina de Comercio Electrónica (CACE) informó que entre el 20 de marzo y el 8 de abril las compras en supermercados crecieron más del 300%, mientras que en farmacias el aumento fue del 60% y en artículos de computación, más del 50 por ciento.

 Un informe realizado por MercadoLibre sobre el comportamiento de los usuarios en el primer mes de la cuarentena detalla que durante los primeros 15 días el producto más buscado fue alcohol en gel. Sin embargo, las últimas semanas fue desplazado por barbijos, posiblemente por la obligatoriedad de su uso en gran parte del país. A su vez, en este último período aumentaron un 66% los nuevos compradores.

Pero con el paso del tiempo algo comenzó a cambiar, pues en las últimas dos últimas semanas se detectó un incremento del 180% en la venta de productos de Fitness & Entrenamiento y Juegos de Mesa, en relación a la primera quincena de cuarentena.

 Acompañando la tendencia de entrenar en casa, entre los productos más vendidos aparecen: colchoneta yoga, banda elástica con manijas y pesas tobilleras de 2 kg. 

Pero así como se dispararon las ventas de artículos destinados al esparcimiento, también explotaron las ventas de las mopas, que según la RAE son un “utensilio de limpieza consistente en una pieza plana de tela o tiras de tela sujetas a un palo que se utiliza para barrer y abrillantar suelos”.

GFK, consultora de mercado de origen alemán advirtió que el sector de electrodomésticos pasó de tener picos de ventas de 14.000 unidades vendidas por semana a solo 2.000 al inicio de la cuarentena, lo cual implica una caída de la facturación del orden del 80 por ciento.

 No obstante, por el ajuste de stocks que venía haciendo el sector y por el cierre de las fábricas se nota escasez de "productos esenciales", como lavarropas, heladeras, calefones y freezers, en las cadenas.

 Ante el actual escenario y sin tener un panorama cierto en cuanto al futuro, lo que sí es claro que ante el avance imparable de las compras vía web las empresas más exitosas serán aquellas que mejor manejen su logística y en particular la distribución, pues su cliente no solo valorará la calidad del producto ya que incorporará a su nivel de satisfacción el tiempo que medie entre la compra y la entrega en su domicilio. Algo que se verá con la nueva normalidad.

jueves, 7 de mayo de 2020

¿Cómo ganarle al dólar comprando acciones de Wall Street desde casa y en pesos?


Como consecuencia de la pandemia y de la cuarentena la posibilidad de circular por las calles y rutas se ha reducido a la mínima expresión. Algo similar ocurre con los caminos que conducen al mercado cambiario a partir de las últimas medidas adoptadas por el Banco Central para poder acceder al dólar.

En tal sentido, es interesante volver a leer la nota publicada en Economía sin secretos bajo el título: “¿Por qué ahora se necesita un almanaque para poder comprar dólares?

Pero como siempre ocurre en situaciones similares, cuando existen retenes en la autopista se puede circular por la colectora y si ello no fuera posible, queda la posibilidad de ir por la banquina, algo que es ilegal, por lo que se puede asimilar al blue.

Pero ahora vamos a transitar por la colectora, cuyo nombre es CEDEAR. Se trata de una colectora pues no hace otra cosa que “colectar” o unir los dos factores que definen su cotización en la Bolsa porteña: los precios de una compañía extranjera en Wall Street y del dólar en el mercado local.

¿Como les va a los CEDEARs en lo que va del año?

Este es el dato más interesante: existe un conjunto de ellos que respondiendo a lo explicado anteriormente le ganan cómodamente al dólar, tomando las variantes que más subieron, es decir el MEP y el contado con liquidación, que subieron en promedio un 60 por ciento.

Frente a esta suba, algunos de estos instrumentos muestran subas más que interesantes, destacándose entre otras Amazon, que sube 109%, Mercado Libre (106%), Microsoft (85%) y Apple, con el 66 por ciento.  

¿Dónde se pueden comprar y vender?

Los CEDEARs se negocian en la Bolsa de Comercio, como si fuera una acción o bono cualquiera, por lo que se pueden comprar y vender a través de la homebanking de cualquier banco o sociedad de bolsa.

¿Qué significa CEDEAR?

Esta sigla significa Certificados de Depósito Argentinos que son, en su definición más sencilla, acciones de empresas no argentinas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Es decir que a través de ellos, y este es su mayor atractivo, se pueden comprar papeles de compañías extranjeras a través del mercado local.

 De hecho, es el instrumento idóneo para tomar posiciones en firmas líderes globales, entre las que se puede mencionar de las tecnológicas a Apple, Google, Microsoft o IBM, entre otras, bancarias , como es el caso de Citi, BBVA, JP Morgan o los brasileños Bradesco e Itaú.

A las anteriores se suman otras compañías emblemáticas como GE (General Electric), Coca-Cola, Disney, Procter &Gamble, Vale o Lockheed Martin, lí­der de la industria aeroespacial y militar.

En síntesis la inversión en ellos tiene varios elementos a su favor, entre los que se destacan:

·        Permiten adquirir desde Argentina el tí­tulo de una compañí­a radicada en el exterior, en las mismas condiciones que las vigentes para una acción local.

·      -   Su cotización evoluciona en función de su cotización en su mercado original y del tipo de cambio.

·       -  Evita tener que hacer los trámites pertinentes para abrir una cuenta en el mercado de origen.

·       -  Una vez en cartera, se pueden girar a una cuenta en el exterior y transformarlas en acciones.

Más allá de la posibilidad que brinda esta última alternativa, que es totalmente legal, este tipo de instrumentos tiene otro tipo de ventajas.

Para Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales "Invertir en Cedears es una forma de estar dolarizados y expuesto a una economía que no es la argentina. Una forma de diversificar riesgo.

Otra de las ventajas (para muchos la principal) es que este el inversor no paga Impuesto a las Ganancias por la rentabilidad asociada a la variación del título, ya que está bajo la órbita de la Comisión Nacional de Valores (CNV). 

Así lo dispone la nueva ley de este tributo, que refiere tanto a los Cedear como a títulos y acciones que operan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Lo que sí se grava es el cobro de dividendos.

Pero así como su operatoria ofrece algunos aspectos interesantes, existe un factor que puede llegar a constituir su principal inconveniente y se trata de su escasa liquidez, lo que lo convierte en mercado netamente minorista.

Ello implica que muchas veces, y salvo los papeles con mayor volumen operado, no es tan fácil encontrar una contraparte cuando se quiere vender un papel, lo que en definitiva se traduce en un mayor costo.

En igual sentido, también pueden gravitar en forma negativa bajo condiciones normales del mercado, el reducido volumen operado y la elevada concentración, por lo que es posible que la acción no tenga cotización por varios dí­as.

Es por ello resulta conveniente volcarse a aquellos que coticen en forma permanente, que son curiosamente los que obtienen los mejores resultados.


lunes, 4 de mayo de 2020

¿Por qué ahora se necesita un almanaque para poder comprar dólares?



A raíz de la fulminante aparición y aparición del coronavirus, los epidemiólogos aconsejaron implementar una cuarentena con el objetivo primordial de separar a las personas sanas de los posibles transmisores asintomáticos y en última instancia a todos ellos de quienes contrajeron el virus.

Esta estrategia, que se viene desarrollando desde el 20 de marzo parece tener ahora un correlato en el mercado cambiario, más que nada si se toman en cuenta las últimas medidas adoptadas por el Banco Central.

En este contexto, a quien se desea aislar del resto de los tipos de cambio es al dólar oficial, que está bajo en cuarentena casi absoluta, en tanto que se puede considerar al blue, al MEP o al contado con liquidación como los enfermos asintomáticos. Yendo un poco más a fondo, todo esto tendría como clara intención salvar al peso, más que nada por todos los padecimientos que viene sufriendo desde hace ya largo tiempo y que ahora parece volver a sufrir una nueva y preocupante recaída.  

Para ello, el Banco Central emitió una circular en la que se establece nuevas reglas para poder acceder al mercado cambiario.  En tal sentido, lo que se trata de evitar es que los inversores que compren dólares en el mercado oficial accedan al mismo tiempo al mercado de capitales vía dólar MEP o dólar contado con liquidación.

¿Por qué tomó esta decisión? Muy sencillo, para tratar de cuidar las reservas, tal vez previendo que se avecinan tiempos difíciles cuando el fantasma del default vuelve a merodear sobre el país.  

A partir de ahora, cuando un inversor compre dólares en cualquier mercado va a tener que recordar que fue lo que hizo durante el último mes, de modo de poder saber a cuál podrá acceder en el futuro cercano.  

En concreto, si alguien compra los u$s200 en el mercado oficial, no podrá acceder al dólar bolsa o al contado con liquidación. Tampoco podrán acceder a estos últimos las empresas que accedieron a los préstamos con la tasa del 24 por ciento.

Para poner en claro como es el nuevo escenario, conviene repasar que se puede hacer y que no.

¿Quién puede comprar los u$s200?: aquella persona que en los últimos 30 días no se dolarizó por las otras dos vías legales. Pero tampoco podrá acceder a ellos en igual lapso.  

A su vez, aquel que compró los u$s 200 hace menos de 30 días y posee títulos en pesos, deberá esperar que pasen 30 días para poder vender y liquidar los bonos contra dólares.

No obstante, existen dudas sobre el efecto retroactivo de la medida, e incluso en la CNV se está analizando la posibilidad de que la restricción se aplique solo para adelante.  

¿Quién no podrá comprar dólares solidarios? Aquel que compró dólares MEP en los últimos 30 días. De hecho, si elige seguir operando en este mercado podría hacerlo en forma regular y sin restricciones, pero no podrá acceder a los u$s200 solidarios.  

¿Qué ocurre si alguien tenía un título en pesos y lo liquidó contra dólares en el último mes?  Para el BCRA hizo algo similar a una operación de dólar MEP. Ergo, no podrá acceder al mercado de los u$s 200.

En sentido inverso, aquel que compró los u$s 200 hace menos de 30 días y posee títulos en pesos, deberá esperar que pasen 30 días para poder vender y liquidar los bonos contra dólares.

¿Qué puede hacer quien compró dólares en los dos mercados en el último mes?  No podrá acceder a ninguno de los dos mercados y deberá esperar a que pasen 30 días corridos desde la fecha de compra.

¿Qué pasa con las cuentas que tienen cotitulares? Es un punto que todavía no está claro. Puede pasar que uno de los titulares compró dólar solidario en el último mes y el otro no.

Estas son apenas algunas de las combinaciones posibles y estamos en las primeras horas de su aplicación, por lo que como ocurre siempre deberá pasar algo de tiempo para que todo funcione en forma más aceitada.

Pero si algo está claro es que con este nuevo esquema existe un solo gran ganador que es el mercado marginal en el que se negocia el blue. No por nada en el arranque cotiza por encima de los $120, es decir unos 8 pesos por encima del MEP.