Por estos días un medio digital publicó que uno de los
ministros del área económica mandó averiguar si el fondo de inversión BlackRock
tenía participación en alguna compañía cerealera y se sorprendió al saber que
efectivamente es el dueño del 6% de Bunge.
A partir de ese dato, se comenzó a
fantasear con la idea que el fondo era una uno de los culpables de la disparada
del dólar en las últimas semanas y que todo podría ser parte de una maniobra
del fondo para presionar al Gobierno en medio de la negociación por la deuda.
Más allá de las teorías conspirativas, lo que sí es cierto es
que las acciones y bonos de Argentina ocupan un lugar muy pequeño dentro del
mapa de inversiones de BlackRock, ya que gestiona activos por más de 6 billones
de dólares y es el mayor administrador de fondos de occidente, con
participaciones accionarias en más de 17.000 empresas en todo el mundo. Es por
ello que se lo considera como uno de los grupos financieros más influyentes en Wall Street y Washington, así como en Europa.
No por nada, un prestigioso economista le susurró al oído a
Martín Guzmán: “arreglá con Fink, que después aceptan todos”.
Haciendo un poco de historia, la compañía fue fundada en
Nueva York en 1988 por Larry Fink y Robert S. Kapito, y se trata de un
desprendimiento de otra firma del sector financiero: Blackstone.
Curiosamente, su enorme crecimiento se produjo a partir de la
crisis del 2009, ya que de no mediar esa circunstancia, posiblemente no hubiera
experimentado una evolución tan rápida sin los cambios sin precedentes
provocados por la recesión.
La historia de la consolidación de la posición actual de
BlackRock es un fiel reflejo de la historia del sector financiero durante los
últimos 10 años.
En este lapso,
BlackRock se benefició de determinadas coyunturas, como el auge de
los fondos cotizados (los denominados ETF), los fondos de índices y la
inversión con comisiones low cost; la menor tolerancia al riesgo por parte de
los consumidores, el mayor nerviosismo de las instituciones y los planes del
Gobierno para comprender este colapso y evitar otras crisis en el futuro.
En el caso de Argentina, en la actualidad posee bonos de
deuda por unos u$s2.000 millones, mientras que en materia de acciones, entre
otras inversiones, en 2019 tenía en cartera una participación del 5,2% en Pampa,
3,1% en Grupo Galicia, 2,6% en Banco Macro y menor al 1% en Globant, YPF, Telecom,
TGS y BBVA. En tanto que, como ya se mencionara, posee un 6% del Grupo Bunge.
Entre sus múltiples inversiones en diferentes países,
participa en algunas de las principales agencias de rating como Moody's (3,28%) y McGraw-Hill (3,84%).
En otro orden, posee el 7% de la empresa que resultó de la fusión entre Bayer y
Monsanto y alcanzó una participación del 5,11% en el grupo siderúrgico
ArcelorMittal.
En España, en tanto, tiene invertidos unos 9.000 millones de
euros en el sector financiero, siendo el principal accionista de Santander, con
el 6% del capital y de BBVA, con el 5% y tiene cerca del 3% del Banco Popular. También es el tercero de Banco Sabadell y Bankinter.
Por otra parte, posee
participaciones en grandes empresas multinacionales españolas, como por
ejemplo, Telefónica, con el 3,9% y Repsol, con otro 3,25 por ciento. A partir
de estas y otras inversiones en empresas españolas se lo considera como el
principal accionista del Ibex 35, que es el mercado bursátil madrileño, con más
de 12.000 millones de euros
Algo similar sucede en México, donde mantiene posiciones en
la mayoría de las empresas que cotizan en la bolsa local. casi duplicando al
segundo mayor inversionista del mercado accionario The Vanguard Group.
Allí, sus mayores inversiones se concentran en América Móvil, la productora de cemento más
grande de México Cemex y la embotelladora Coca-Cola FEMSA,
entre otras.
En abril de 2020, la división de consultoría de BlackRock
ganó un contrato de la Reserva Federal de Estados Unidos para gestionar su
programa de estímulo financiero, lo cual desató acusaciones de conflicto de
interés porque el programa incluye una línea de compra de participaciones en fondos cotizados y BlackRock
controla la mitad de dichos fondos en Estados Unidos.
Detalles de la oferta de BlackRock
Este fondo, junto con Fidelity,Ashmore y T.Rowe
confroman el denominado Ad Hoc
Bondholders Group. Entre todos ellos tienen bonos del canje de 2005 y también
Globales emitidos a partir de 2016.
Su propuesta se basa en una serie de 12 bonos nuevos, la mitad en
dólares y la mitad en euros, sin quita de capital en ocho de ellos y con una
quita de apenas 1% en cuatro: aquellos en euros y en dólares que maduran en
2036 y 2047.
La tasa de interés propuesta es del 4,44%, con un año de
gracia y amortización de capital a partir de 2025. La propuesta implica un
Valor Presente ligeramente superior a las otras dos; 60 dólares por cada 100 de
deuda nominal, siempre calculada a una exit yield del 10%.
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