lunes, 27 de julio de 2009

Dólar: temen aparición de un mercado paralelo tras batería de medidas para evitar fuga

El Gobierno ya lanzó más de media docena de normativas, regulaciones y controles, tanto formales como informales, para detener la compra del billete verde. Sin embargo, la salida continúa y ahora la AFIP y el BCRA ponen la lupa sobre el ahorrista. Especialistas explican el escenario que viene


Desde mediados del 2007 se fugaron de la economía argentina alrededor de u$s43.000 millones, que equivalen a una pérdida anual del 8% del Producto Bruto Interno (PBI). Además, representa una muy cifra similar a las reservas con las que cuenta el Banco Central (u$s45.700 millones).

La magnitud de la cifra es más que elocuente y resume uno de los principales problemas, sino el más importante, que afecta a la economía argentina. Son miles de millones de pesos que no se invierten, o dejan de consumirse, y son la muestra más representativa del temor que invade a gran parte de la sociedad, que no percibe certidumbre sobre el futuro político-económico del país.

El propio ministro de Economía, Amado Boudou, habló sobre el tema, pero no como el mercado esperaba. El funcionario aseguró que no existe una salida de divisas, sino más bien "un cambio de cartera".

Sin embargo, más allá de la tranquilidad que quiera transmitirse desde la órbita oficial, la realidad marca otro panorama. La preocupación del Gobierno es tal, que desde fines del año pasado a la fecha se han impulsado media docena de nuevas normativas, regulaciones, controles formales e informales para detener la compra de billete verde. Y, a juzgar por los resultados, todo indica que la fuga continúa a paso firme.

En un principio, se puso la lupa en las operaciones bursátiles. Luego en la compra realizada por grandes empresas. Finalmente, llegó el turno del ahorrista. Todo esto sin olvidarse del "cerrojo" a las importaciones, que hizo más difícil el ingreso de productos al país, perjudicando sobremanera a un gran número de compañías que, según manifestaron, encuentran una fuerte traba para seguir operando en el mercado local.

Incluso, muchas de ellas deben exportar a pérdida para así lograr luz verde a la hora de ingresar artículos del exterior. Las causas de semejante drenaje son muchas y de la más variada índole, como también lo son las medidas que se implementaron desde la órbita oficial para detenerla, sin resultados positivos a la vista, teniendo en cuenta las magnitudes bajo análisis.

Entre las medidas implementadas desde noviembre del año pasado a la fecha, se destacan:
Lupa en las operaciones bursátiles: se redujo de u$s600.000 a u$s100.000 el cupo diario permitido para girar dólares al exterior.

Cerrojo al "contado con liqui": se obligó al comprador de títulos, acciones o bonos a mantenerlos en cartera al menos tres días. De esta forma se buscó poner una traba para que los inversores compren con pesos acciones de una empresa extranjera en el país (o un bono que cotiza en el exterior) y lo vendan rápidamente afuera -el mismo día- a través de una sociedad de bolsa autorizada. Al obligarlos a mantenerlos ese lapso de tiempo, quedan sujeto a cambios en las cotizaciones y expuestos a pérdidas.

Informar deudas en el exterior: se achicó de un año a un mes el plazo para informar aquellos pagos anticipados de deudas que deben hacerse al exterior. A partir de la vigencia de la comunicación 4960 del BCRA, dichos pagos de servicios de capital de deuda se admiten “en cualquier momento dentro de los 30 días corridos previos al vencimiento".

Control sobre operaciones con Uruguay: en mayo de este año, la Comisión Nacional de Valores (CNV) intentó obstaculizar las transacciones pactadas con activos de cotización pública que se utilicen para sacar divisas de Argentina, vía el mercado uruguayo.

Llamados "de control" a empresas: La Secretaría de Comercio Interior, con Guillermo Moreno a la cabeza, puso la lupa en compañías, casas de cambio y mesas de dinero para evitar la compra de dólares o dividir la demanda en el tiempo. Los llamados telefónicos, según destacan los afectados, comenzaron a multiplicarse.

Identificación de titulares de cuentas: Se intensificó el control para detectar quienes realizan las operaciones cambiarias y bursátiles y así evitar la creación de varias subcuentas paralelas, con distintos agentes de bolsa, pero todas pertenecientes al mismo titular (por la norma, se obliga a los bancos y agentes a acreditar sus activos en la Caja de Valores, donde se verifica la identidad).

Cruce de datos: se profundizaron, desde la AFIP, los controles a fin de identificar a aquellos que realizan transacciones y no puedan justificar el origen de los fondos. Una vez detectados, se confrontan los datos con la situación fiscal declarada ante el organismo. De esta manera, se apuntan a los casos en los que surjan inconsistencias significativas.

Freno a las importaciones: desde la Secretaria de Comercio se obligó a las firmas de algunos sectores a exportar por un monto similar al que importa, para tratar de controlar así los montos que se giran al exterior por pagos de compras realizadas.

El foco en el ahorrista Pero la fuga no cesa y es por ello que desde el Gobierno intentan subir la apuesta. Ayer se conoció una iniciativa, realizada en forma conjunta entre la AFIP y el Banco Central (BCRA), que tendría como objetivo frenar las compras de personas físicas y jurídicas, a partir de la instalación de un sistema que informaría online sobre la situación fiscal del comprador.

Se trataría de un mecanismo para evitar la evasión impositiva, mediante un software instalado en los puntos de venta –bancos y casas de cambio- que alertará al ente recaudador cuando surjan inconsistencias entre el monto adquirido por el contribuyente y su situación fiscal.

Según estimaron desde el BCRA, la medida podría comenzar a aplicarse en agosto y viene siendo estudiada desde hace ya varios meses. El propio titular de la AFIP, Ricardo Echegaray aclaró que “la normativa se aplicaría para la adquisición de moneda extranjera por encima de los $ 30.000 pesos”.

De esta manera, el Gobierno exigirá a los individuos y a las empresas que demuestren si tienen dinero en blanco para poder comprar, con el objetivo de controlar la evasión y reducir la fuga de capitales. Aunque también se apunta, como medida de fondo, a engordar el blanqueo.Sin embargo, desde el Central sostuvieron que "no hay un piso" para esta exigencia, ya que "todos los contribuyentes deberán tener su cuenta corriente online”.

¿Por qué atacan este segmento?
Porque aglutina la mitad del problema. Hay diversos caminos que llevan a los argentinos a pasarse de pesos a dólares. Si se considera el total del traspaso, (u$s43.000M desde 2007) se observa que:

La mitad se dio a través de la compra de billetes en bancos o en casas de cambio, es decir, unos u$s21.500 millones.

Se registraron transferencias desde cuentas locales a cuentas en el exterior por un total de u$s12.800 millones (30%).

Se colocaron depósitos en moneda extranjera en bancos locales, por u$s6.000 millones (14%).

Se compraron títulos valores, es decir, activos financieros nominados en dólares, como los CEDEAR, valores representativos de empresas cuyas acciones cotizan en el extranjero, por un monto de u$s3.000 millones (6 por ciento).

¿Se frena la fuga con la medida?
En forma unánime, los analistas consultados por iProfesional.com cuestionaron la efectividad de la medida anunciada, si el objetivo que se persigue es el de evitar la salida de fondos del sistema, si bien ponderaron el avance sobre la evasión fiscal.

“Es un palo en la rueda, aumenta la burocracia y no ataca los fundamentos del problema”, consideró el analista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.

“Este tipo de controles deja en descubierto la preocupación que existe en el Gobierno y hace que la población incremente su interés y busque cubrirse comprando divisas. Por otro lado, considero que será un paliativo temporal”, concluyó.

En tanto, Jorge Todesca, titular de Finsoport, destacó que hay una distinción muy clara: "Que la AFIP controle si quienes compran, lo hacen con recursos genuinos, se encuentra dentro de las atribuciones del organismo recaudador”.

Sin embargó, Todesca sostuvo que lo anunciado ayer "se suma a la cantidad de controles que ya existían, pero en la medida en la que no se reestablezca la confianza, la situación llevará a la gente a comprar".

En el mismo sentido se expresó Rodrigo Álvarez, analista de Ecolatina, para quien "los controles del Gobierno hacen más explícita la situación y por lo tanto podría profundizar la fuga”.Fausto Spotorno, del Estudio Orlando Ferreres & Asociados, hizo referencia al cortoplacismo al afirmar que “este tipo de medidas tienen impacto en el corto plazo, con suerte pueden funcionar un par de meses y luego van perdiendo la fuerza que tenían inicialmente”.

Para Antonio Cejuela, director de la financiera Puente Hermanos "el aumento de controles no desalentará la demanda". “En realidad, lo único que hace es evitar los ´coleros´, es decir, aquellos que se prestaban el DNI para comprar en nombre de quien no quiere aparecer en los registros.

Por eso, solamente ataca el pase de mano a mano, que ingresa dinero negro al sistema”, consideró Fernando Izzo, desde ABC Mercado de Capitales. Cobra impulso el mercado paralelo

Otra arista que se desprende de toda esta batería de controles es la que muchos especialistas avizoran: la recreación de un mercado paralelo para la compraventa, al que recurrirán muchos interesados en adquirir divisas sin ser identificados. “Claramente se abre la brecha entre el mercado oficial y el paralelo.

Lo mejor siempre sería generar confianza y la forma más rápida de hacerlo es a partir de la restauración del INDEC, luego debería acordarse con el FMI, el Club de París, y los holdouts”, expresó el economista de Orlando Ferreres.En igual sentido, Castiñeira consideró que podría comenzar a tomar forma una brecha entre el dólar oficial y uno que cotice de manera paralela.

"Hoy, no existe tal diferencia y todas las divisas que se adquieren son las que vende el BCRA”.
Castiñeira enfatizó que “estos mercados (paralelos) siempre existieron y se tornan más relevantes con el aumento de los controles. Crecen cuando no se ataca el problema de fondo, que es la falta de confianza.

Entonces, ante la aparición de nuevos mecanismos de supervisión los mercados alternativos operan con igual o mayor caudal”.El especialista destacó: "Si la idea es desalentar la compra de dólares, no tendrá efecto".

En tanto, Todesca puntualizó: “Creo que el impacto que tendrá la medida instrumentada ayer será bajo, y normalmente cuando se controla el mercado, éste se abre nuevos caminos para operar".

"Hoy crecerá lo que se conoce como mercado ‘blue’ para la compra al contado en los bancos”, enfatizó.

¿Por qué es perjudicial la salida de capitales?
Desde M&S Consultores, dirigida por Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo, explicaron que “mientras la cifra mensual de fuga sea más o menos parecida al superávit comercial, el mercado cambiario no entrará en pánico y el BCRA se las arreglará para superar la transición, sin picos de stress.

"Pero el empate no alcanzará para reponer la liquidez de la economía y hacer que el nivel de actividad salga del actual letargo y rebote”.

“Por el lado de la salida de capitales, difícilmente baje del piso que parece haberse armado, en torno a u$s1.000 millones por mes, con meses pico por arriba de u$s2.000 millones como marzo y junio pasados”, explicaron desde M&S.

“Es una compra de divisas con raíz minorista que responde a la lógica del ahorro en dólares de los años ochenta. Es bastante poco sensible a buenas noticias puntuales o a mejoras de expectativas con fondo transitorio”, agregaron.

Con niveles del orden de u$s1.000 a u$s1.500 millones por mes, se hará cuesta arriba que la economía vuelva a reactivarse en serio. De mantenerse esta tendencia, los analistas consideran que este año podrían fugarse unos u$s20.000 millones que se sumarían así a los u$s23.000 millones de todo el 2008.

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