miércoles, 29 de julio de 2009

¿Qué escenarios prevén los especialistas ante la fuga de capitales?

El rumbo de las finanzas en lo que resta de 2009 estará determinado por la combinación de variables claves como el tipo de cambio. Qué previsiones existen sobre un posible stress cambiario y por qué los analistas hablan de un “surfeo económico”

Comprar dólares, invertir en bonos y acciones o mantener los plazos fijos, serán algunas de las decisiones que deberán tomar los ahorristas en los meses que restan de 2009. Sin embargo, la realidad económica resulta compleja y es por eso que los especialistas señalan diferentes escenarios que pueden tener lugar en la Argentina.

Para ellos, buena parte de las decisiones estará en manos del Gobierno, que tendrá poco margen de elección si la fuga de capitales regresa a los niveles de junio. También dependerá de los controles cambiarios, la emisión monetaria para el Tesoro, el crédito y la confianza sobre la economía.

Los motivos por los que se debe hacer hincapié en el tipo de cambio y la balanza comercial, junto con los aspectos más importantes para comprender el devenir financiero, en el mapa de ruta elaborado por economistas.

Cuáles son los escenarios posibles
Una de las formas de orientar a los inversores, es establecer diferentes marcos que permitan anticipar la situación financiera. Así, el diálogo, las negociaciones, la fuga de capitales y el tipo de cambio, son los ejes que establecen los límites de cada una de las alternativas que marcarán la realidad de los próximos meses.

En Standard &Poor’s delimitaron tres posibles caminos que podría tomar la Argentina. Una primera posibilidad es aquella en la que el Gobierno “mantiene la misma dirección, solamente con modificaciones menores”. De acuerdo con la calificadora, hay grandes probabilidades de que el Ejecutivo se incline en este sentido, ya que a pesar de que se efectúen ciertos cambios en el Gabinete, estos no serían profundos.

Asimismo, desde la calificadora destacaron que “la combinación de un mayor acceso al financiamiento -de acreedores voluntarios-, políticas macroeconómicas más consistentes y una mayor credibilidad en las estadísticas económicas, podría ayudar a sostener la confianza y evitar una pérdida de la calidad crediticia, si adoptan las medidas más temprano que tarde”.

Es decir, que el primer posible esquema, de no mediar un cambio en el rumbo de la economía podría marcar “el debilitamiento de las condiciones económicas” y “continuarían disminuyendo las opciones de la administración”. Por consiguiente, la combinación de un “entorno económico cada vez más complejo y un balance desfavorable de las fuerzas políticas para la administración, colocarían a Argentina en una senda más riesgosa”, señalaron desde S&P.

Básicamente, dependerá de la lectura que se realice de los resultados de las elecciones legislativas y de la continuidad o no del “elemento sorpresa” que caracterizó la actual gestión con respecto a las decisiones más importantes sobre las finanzas y la economía en general, como fue el traspaso de las AFJP al Estado.

Aún en medio de la salida de capitales, el segundo escenario mencionado por S&P sería el marcado por una “moderación de las políticas”, que se caracterizaría por mayor diálogo con los sectores. En términos económicos, un acercamiento se traduciría en una posición más sostenible para el país.

En este sentido, Jorge Todesca de Finsoport, coincidió con la calificadora: “De lograrse un diálogo exitoso entre el Gobierno y los demás sectores, al igual que si se realizan cambios en el INDEC y se llega a un acuerdo con el Club de París y los holdouts, la Argentina no tendría problemas en terminar sin sobresaltos el año aunque presentaría una pequeña caída en las reservas”.

El economista destacó que, por el contrario “en caso de fracasar las negociaciones con el campo, de aplicar parches al Instituto de Estadísticas, el escenario para el país será más complejo en materia económica”.

Finalmente, el tercer marco que prevé S&P está caracterizado por una “radicalización de las políticas; un intento drástico de recuperar margen de maniobra fiscal”. En este punto, el Estado intervendría con fuerza, pero resulta menos viable dado que el Gobierno no retuvo el control del Partido Justicialista.

Al ser consultado sobre esta posibilidad, el economista Aldo Abram de Exante explicó que “los escenarios que tenemos por delante no son tan malos como los que teníamos antes de las elecciones. En aquel momento se presentaban dos caminos posibles; uno de ellos es el que mostraba al Gobierno fortalecido, caso en el que se esperaba un mayor avance del Estado sobre la economía, los medios y la Justicia. El segundo escenario, era el que dejaba al oficialismo fuertemente derrotado y producía una crisis institucional”.

”Hoy, en cambio, las opciones son mejores. A pesar de eso, más que hablar de ‘proceso de diálogo’ yo prefiero hablar de negociación”, subrayó el economista. Desde su punto de vista “la gobernabilidad va a surgir del consenso que se pueda lograr con los legisladores y los partidos políticos. Otra de las cuestiones que merece atención es que la oposición no debe perder de vista cuál es el funcionamiento de las instituciones, porque si una ley se termina cuando se sanciona otra, no dependerá entonces del Ejecutivo, sino del Congreso la tarea de llevarla adelante”.

En tanto, para M&S Consultores, la principal incógnita al momento de realizar revisiones es la recuperación del nivel de actividad. En ese sentido, destacaron que “la política económica 2009 - 2011 se irá metamorfoseando a partir de las tendencias que vayan registrando las variables macroeconómicas claves”.

En ese punto mencionaron “la fuga de capitales, el superávit comercial y el tipo de cambio, las necesidades de financiamiento fiscal y el nivel de actividad”. Al mismo tiempo, definieron que tendrá lugar un “surfeo económico”, que es la voluntad de hacer equilibrio para que la economía llegue con el menor número de complicaciones al final del mandato.

Más allá de esa visión macro, puntualizaron otros pronósticos: “lo que no se hizo en los últimos seis años no se hará en los próximos dos; quedó descartado un giro de la política económica. El Gobierno es lo que mostró ser en el mandato y medio que pasó; en los próximos dos años ni la inversión ni la creación de empleo tendrán un papel relevante; como en todo surfeo, terminará quedando una mochila para la próxima administración”.

Es por este motivo que la política económica que viene será una mezcla de condimentos dentro del status-quo y “no se abandonará la veta de los controles; en algunos casos puede llegar a profundizarse”, según indicaron los analistas.

Habrá una combinación de elementos en las decisiones económicas de cara al próximo período, “se mezclarán condimentos semi-ortodoxos por ejemplo, revisar el INDEC o ensayar una propuesta de arreglo de la deuda pública que sigue en default”.

A su vez, pueden participar decisiones “neo-heterodoxas orientadas a recomponer la liquidez de la economía: por ejemplo, ir a dosis crecientes de emisión monetaria al margen de lo que se emita por comprar el superávit del comercio exterior. Y no puede descartarse que se superpongan un acuerdo con el Club de París con más controles cambiarios”.

En esta compleja receta, la clave de la tendencia cambiaria del surfeo será el resultado de “la carrera entre el superávit comercial y la fuga de capitales; determinará por un lado el nivel de stress que mostrará el mercado cambiario y, por otro, el nivel de liquidez y de actividad de la economía”, según sintetizaron.

La clave: la fuga de capitales
Las variables a tener en cuenta al momento de analizar las perspectivas financieras son muchas, pero una de ellas es crucial; la salida de capitales. Ante la falta de señales de previsibilidad, el resguardo en dólares continúa siendo una importante opción para los ahorristas.

Tanto es así que desde M&S destacaron que junto con el tipo de cambio y el superávit comercial, la fuga del dinero del sistema es uno de los factores que resultarán determinantes en los próximos meses del año.

De acuerdo con el análisis de la consultora “si la fuga de capitales se disparara por arriba de u$s1.000 M por mes -como ocurrió en junio pasado-, no habrá colchón de superávit para financiarla. El Gobierno no tendrá demasiado margen para dar pasos en falso”.

En este punto, la salida “difícilmente baje del piso que parece haberse armado en torno a esa cifra. Es una demanda de dólares que tiene una raíz en buena medida minorista poco sensible a noticias puntuales o a mejoras de expectativas transitorias”.

Según la evaluación de M&S en el corto plazo, el mejor escenario sería un empate que aleje la probabilidad de un stress cambiario fuerte pero dificulta la recomposición de la liquidez.

En tanto, Abram opinó que “la fuga de capitales impacta en la economía de una manera distinta de lo que la mayoría de la gente imagina. Cuando se habla de eso, muchos creen que se trata de una persona con una valija en Ezeiza a punto de dejar el país y, en realidad, somos todos los ciudadanos que ante la incertidumbre compramos dólares, no consumimos y por lo tanto se genera un impacto directo en la demanda interna. No invertimos, simplemente guardamos el dinero en el placard”.

”En suma, esto provocó una tendencia recesiva que comenzó en los últimos meses de 2008. Posteriormente, esa curva comenzó a atenuarse. Puede que la Gripe A haya complicado un poco las cosas, pero lo cierto es que la salida de capitales parece atenuarse”, evaluó el economista de Exante.

En ese sentido, Todesca afirmó: “Parecería que en el último mes disminuyó un poco fuga, si bien aún no contamos con los datos oficiales. Si uno considera también el saldo positivo de la balanza comercial que fue en el primer semestre de u$s9.000 M, y se suman otros u$s6.000 M según se estima para el segundo, con un saldo anual de u$s15.000 M, si la fuga bajara a u$s1.300 M tendríamos un escenario optimista y posible”.

Las perspectivas sobre el tipo de cambio
La suba administrada del dólar por parte del BCRA, genera cierta previsibilidad que hace que la mayoría de los analistas vean a la moneda norteamericana cotizar en torno a $4 en diciembre.

Sin embargo, desde M&S Consultores remarcaron que “$4 luce ‘bajo’ si se lo mide contra la actual salida estructural de capitales. Hoy no hay incentivos macro –financieros para que la gente no siga comprando dólares -por ejemplo, la tasa de interés que se paga por los depósitos en pesos es demasiado baja-. Así, $4 es claramente insuficiente para desincentivar la fuga”.

Aún teniendo en cuenta este dato, comentaron que “para el comercio exterior no es un mal tipo de cambio. Más allá de realidades sectoriales puntuales, un tipo de cambio en torno a $4 se ve razonable para exportar y para competir con la importación. Esta afirmación está atada a que el clima ayude para que la cosecha que viene sea buena, a que los precios internacionales se sostengan y a que no reboten de golpe las importaciones que están bajísimas por la recesión y los controles”.

Es decir, “es un tipo de cambio razonable porque no presenta atraso manifiesto aunque es inestable, y está agarrado con alfileres” y agregaron que “en una comparación clave con Brasil tampoco es un mal dólar para un real en torno a 2 pesos. Por supuesto que $4 se quedaría corto si el real volviera a saltar al entorno de $2,50 como sucedió hace apenas unos meses atrás”.

Así, los rumbos demarcados por los especialistas advierten las principales variables que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de analizar el futuro de la economía. Los escenarios, demarcados por los límites del diálogo y la revisión de políticas, se cristalizarán o no dependiendo no sólo de la voluntad del Gobierno, sino también de múltiples factores entre los que se encuentran la calidad institucional, y las estrategias de la oposición.

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