martes, 23 de junio de 2009

En plena turbulencia global, ¿hacia dónde fluye el dinero de los inversores?

Un informe de Abeceb.com, analiza el regreso del apetito por los activos más riesgosos. Las claves de este nuevo comportamiento de los capitales globales que no se limita a los Estados Unidos y que favorece a la Argentina


En estos días, la vuelta del apetito de riesgo de los inversores volvió a cambiar el panorama global: regresaron los capitales a los países en desarrollo, sus monedas se están apreciando y las commodities se recuperaron sorpresivamente.

Este fenómeno se explica por la percepción de que la recesión ya tocó fondo. Este cambio de tendencia global -más allá de las caídas en los mercados bursátiles de los últimos días- está explicado por la dinámica de un país situado en el corazón de la crisis financiera internacional: Estados Unidos.

Según destaca la consultora Abeceb.com en un informe, en los últimos días el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense ha levantado polvareda entre los analistas económicos del país del norte, ya que se ha incrementado desde un mínimo de 2,51% a finales de marzo hasta alcanzar 3,68 por ciento.

De acuerdo a los analistas, este incremento de 117 puntos básicos tiene varias causas:

El fuerte déficit fiscal de Estados Unidos, que lo obliga a inundar el mercado de títulos para financiar un rojo fiscal que en 2009 podría alcanzar, según el Congressional Budget Office, el 12% del PIB. El efecto directo de un incremento del déficit es una caída del precio de los bonos y un incremento de su rendimiento.

La decisión de varios países, en especial del BRIC, de intentar abandonar el dólar como activo de reserva, con el anuncio de que cambiarán activos denominados en greenbacks por SDR del Fondo Monetario Internacional. Esto produce una avalancha de ventas de títulos por inversores que desean tomar ganancias antes de que la venta masiva de los bancos centrales deprima aún más los precios de los títulos.

Por último, el temor a la inflación y la posibilidad de que la Reserva Federal decida en cierta manera licuar la deuda mediante los incrementos de precios en el tiempo. Esto genera temor en los inversores, que se desprenden de sus posiciones en títulos estadounidenses e incrementan, de ese modo su rendimiento nominal.

De esta manera, "ya sea por el déficit de Estados Unidos, el temor a su monetización por parte de la Fed -o la imposibilidad de retrotaer el quantitative easing- o la decisión de los países emergentes de abandonar el dólar, los títulos estadounidenses están experimentando un rally vendedor por parte de los inversores privados que no los quieren", destaca el informe.

La "ruta de los inversores"
En este contexto, ¿hacia dónde está yendo el dinero? "La primera respuesta que se puede esbozar es que el dinero está fluyendo a activos más riesgosos que, según la teoría tradicional, son los que también ofrecen un mayor rendimiento esperado a la tasa libre de riesgo", explican desde Abeceb.com.

Dentro de Estados Unidos, esto significa dos cosas:
Incremento de la demanda de otros bonos de mayor riesgo y rendimiento: cuando se observa la correlación entre los bonos corporativos BAA (de mayor riesgo crediticio) y los bonos del Tesoro, se observa que, cuando comenzó la crisis, luego de la quiebra de Lehman Brothers, los precios de los últimos se desplomaron, mientras que los rendimientos se dispararon.

Por su parte, los de los bonos de 0 riesgo se incrementaron, lo que implicó que sus rendimientos se deprimieran hasta un mínimo.


Desde fines de marzo la tendencia es completamente opuesta, dado que hay un incremento positivo en el rendimiento de los bonos del Tesoro y una caída en el rendimiento de los bonos corporativos. "Esto es definitivamente una señal positiva ya que, aparte de mostrar un mayor “apetito” de riesgo, indica que está cayendo el costo de endeudamiento privado", explican.

Incremento de la demanda por acciones: las acciones ofrecen todavía mucho más rendimiento esperado que los bonos, ajustado por riesgo, tal como se observa en el siguiente gráfico, donde queda en evidencia que el rally positivo de la bolsa se correlaciona positivamente con el desarme de posiciones en títulos del Tesoro estadounidense.

Luego de caer 48,2% desde el máximo “pre-Lehman”, la bolsa se ha recuperado un 34,6 por ciento.

Los especialistas de Abeceb.com recalcan que todo esto muestra que "el dinero que sale de los bonos del Tesoro está yendo a activos más riesgosos", y aclaran que "la situación no se limita a los Estados Unidos, ya que los capitales globales también han comenzado a volver al mundo emergente, donde unos fundamentals sólidos y una macro ordenada volvieron a ser las principales características que tientan a los inversores globales a buscar rendimientos más altos en la frontera”.

Al respecto, destacaron el reciente rally que han tenido las bolsas del mundo emergente, entre las que se destacan las de China, Brasil y Perú. En promedio, las tres bolsas habían perdido un 54,2% de su valor desde el inicio de la crisis, pero desde el mínimo han incrementado casi un 82% su valor, de modo que quedaron solamente 16,7% por debajo del valor anterior.

Esta reversión de los capitales en búsqueda de rendimientos altos también ha producido una fuerte presión bajista en las monedas de la región, que se han apreciado desde finales de marzo. Brasil, luego de sufrir una devaluación del real frente al dólar de 60,6% se ha apreciado 21,3%.

Lo mismo Perú, que luego de un incremento del greenback de 17,7%, retrocedió 8,1%.

Algunas nubes en el cielo
Para los especialistas de la consultora que dirige Dante Sica, "a pesar del optimismo, en la última semana se han visto retrocesos (o estabilizaciones) en las bolsas, las monedas y las commodities.

La causa de esto se explica porque el mundo está viendo la contracara del boom: todo esto ha sido generado por un excedente de liquidez mientras que la actual situación forzaría a la Fed a futuro a frenar un rebrote inflacionario producto de un dólar debil y precios de importación altos".

"Mediante una política monetaria más contractiva de los Estados Unidos se disminuiría el ritmo del crecimiento global y obligaría a los inversores a disminuir sus expectativas de recuperación económica, explicando el por qué de las caídas de la última semana", concluyen.

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