jueves, 4 de junio de 2009

¿Quiénes son las dos personas que no quieren hablar con Madoff?

Desde que supieron de la estafa cometida por el financista estadounidense prefieren no tener contacto con él.

Los motivos de su enojo
Los hijos del financiero Bernard Madoff no han vuelto a hablar con su padre desde que éste les confesó el pasado diciembre que había montado y mantenido durante dos décadas una fraudulenta pirámide financiera de unos 65.000 millones de dólares

Según un artículo de Vanity Fair que reproduce Expansión.com, el hijo del financista, Mark, de 45 años, comenzó a llorar al enterarse, mientras que su hermano Andrew, de 43, se enojó mucho con su padre, quien espera en prisión una sentencia que le podría mantener de por vida entre rejas.

Según los detalles que trascendieron de la confesión, el pasado 10 de diciembre el financista reunió a sus dos hijos en su dúplex de 7 millones de dólares de un lujoso barrio de Manhattan y les reconoció que su negocio de asesoría de inversión era en realidad un gigantesco esquema Ponzi.

El financista, de 71 años, pagaba los increíbles dividendos que prometía a sus clientes con los fondos que aportaban los nuevos inversores que se iban uniendo a la estructura, pese a que hacía creer a todos que el dinero procedía de sus inversiones financieras.

Al día siguiente de la confesión, los hijos alertaron a las autoridades y el FBI detuvo al financiero neoyorquino.

Al parecer, Madoff dijo a las autoridades que el monto de su estafa rondaba los 50.000 millones de dólares, pero luego se conocieron documentos que elevaban esa cantidad a 65.000 millones.

Según el artículo de Vanity Fair, incluido en el número de julio y en el que se entrevista a amigos y conocidos de los hijos, Andrew Madoff se echó a llorar tendido en el suelo de la cocina del apartamento al conocer la noticia.

Su hermano Mark, en cambio, reaccionó con un gran enfado hacia su padre y, según la revista, ninguno de ellos ha vuelto a hablar ni con su padre, ni con su madre, Ruth Madoff.

Aunque no creen que ella colaborara en la estafa, los hijos consideran que el apoyo incondicional de Ruth Madoff hacia su marido facilitó que la estafa se mantuviera en secreto por tanto tiempo.

Desde que se conoció la trama, el nombre de Madoff es sinónimo de estafador, lo que ha condicionado enormemente la vida de los hijos y sus familiares.

La revista asegura, por ejemplo, que Andrew Madoff hace las reservas de restaurantes bajo el nombre de su prometida e, incluso, en una ocasión llegó a las manos con un ex compañero de trabajo que le acusaba de haberse enriquecido con el fraude.

Ambos hermanos -que trabajaban con su padre, ganaban unos 5 millones de dólares al año y podrían perder toda su fortuna en el proceso de indemnización a las víctimas- reciben llamadas en las que se les insulta, al tiempo que la esposa de Andrew -de la que está separado- hasta usa su nombre de soltera para encargar la compra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario