lunes, 18 de mayo de 2009

Si tiene un buen proyecto y necesita dinero, busque ayuda en un "ángel inversor"

Son profesionales, en general ejecutivos de empresas, que se agrupan en clubes y destinan parte de su patrimonio a proyectos nacientes, a cambio de un porcentaje del capital de la empresa y una rentabilidad acorde. Los desembolsos pueden llegar a los u$s100.000. Cómo operan en la Argentina

Desde los albores del siglo veinte los emprendedores de todo el mundo, pero especialmente de los EE.UU., que no cuentan con los fondos suficientes para hacer realidad sus proyectos, cuentan con una “ayuda celestial” para financiarlos. Quienes encarnan esta solución son los “inversores ángeles”.

En un mundo en el que las buenas alternativas de inversión no abundan, y se agotan rápido, la idea de salir de lo convencional, diversificar el riesgo y multiplicar las ganancias a mediano plazo, suena seductora.

Ni bonos de naciones exóticas, ni canastas de monedas, ni futuros de commodities. La propuesta es mucho más tangible y lentamente recluta adeptos: apostar a proyectos nacientes, financiarlos y tomar parte en el crecimiento.

Esta raza de inversores se caracteriza por su interés en invertir en nuevos emprendimientos o empresas, con el objetivo de hacerlas crecer a cambio de una participación accionaria.

El perfil de los inversores ángeles (IA) es concreto: son individuos, generalmente directivos de empresas, que destinan parte de su patrimonio a hacer inversiones en start up, o proyectos nacientes, a cambio de un porcentaje del capital de la empresa en formación.

Pero no es una inversión pasiva, ya que no sólo destinan capital sino también experiencia y conocimientos. A ello se suma que deben estar dispuestos a asumir altos riesgos y, si bien se buscan importantes retornos, la ganancia financiera no es lo único que los mueve.

Una característica común de los IA es que tienden a agruparse en asociaciones o clubes, en mercados más desarrollados como los europeos, donde el fenómeno es más reciente, al igual que en el caso de la Argentina.

Se trata de clubes que agrupan inversores particulares y que deambulan por el mundo con dinero en la mano a la búsqueda de proyectos innovadores que prometan un crecimiento y unas ganancias jugosas.

En el mundo ya existen 400 mil inversores ángeles nucleados en 300 clubes. En nuestro país existen dos entidades que cumplen esta función integradora, que suma a los inversores individuales y a los llamados venture capital o fondos de capital de riesgo.

Se trata del Club de Inversores Angeles de Inversor Global (IG) y el Business Angel Club del IAE. El primero integrado por 30 miembros y el segundo por 100. Ambos, aunque con modelos diferentes, tomaron experiencias de EE.UU. para su organización. Mariano Ruani, director ejecutivo del IAE, indicó que ellos están desarrollando más de 20 proyectos activos.

“El mínimo para invertir es de u$s20.000”, puntualizó. En cuanto a la rentabilidad “aceptable”, por cada proyecto financiado, el 30% de ganancias es lo esperable, en tanto que a la hora de hablar sobre la participación con la que se quedan de las empresas, éstas oscilan entre el 10 a 30%, aunque aclaran que si el emprendimiento fracasa, la pérdida la asumen ellos, aseguran.

“En los cuatro años que lleva el club de inversores ángeles, se logró reunir a unos 100 miembros, financiarse 20 proyectos por unos u$s3 millones, para lo que hay que recordar que los montos de cada una de las operaciones hasta los 100.000 dólares”, acotó Carbonell.Ahora bien, ¿qué hay que hacer para conseguir la bendición de estos inversores?

En primer lugar, el proyecto, además de ser innovador, tiene que tener un fuerte potencial de crecimiento. A su vez, deben ser emprendimientos de empresas locales, con potencial de venta a una firma del mismo rubro internacional o más grande que ella. En este contexto, la presentación es fundamental para el éxito del proyecto.

Vea mi artículo completo

No hay comentarios:

Publicar un comentario