jueves, 16 de abril de 2009

Estados Unidos muestra signos de mejoría y analistas adelantan el fin de la crisis

Recientes indicadores de EE.UU. permiten afirmar a varios expertos que la economía de ese país ya tocó su piso y que la recuperación estaría más cerca


La recesión de la economía norteamericana comenzó en diciembre de 2007. Ya ha superado la barrera de los 16 meses de duración, y los analistas internacionales comienzan a modificar sus proyecciones acerca de cuanto más se prolongará.

De este modo, está a un paso de convertirse en la contracción económica más larga de ese país desde la Segunda Guerra Mundial, superando las dos crisis del petróleo de los años 1973 y 1981.

La mayoría de las opiniones planteaban, hasta hace poco, una duración no menor a los dos años. Sin embargo, el ambiente se ha tornado ligeramente más optimista, a partir de algunos indicadores que salieron recientemente y que dieran lugar a que las opiniones que aventuraban una salida de la recesión no demasiado lejana resulten ahora más creíbles.

Teniendo esto en cuenta, ¿es demasiado optimista pensar en una duración de 20 meses para la recesión actual? De confirmarse esta hipótesis, que barajan algunos de los altos funcionarios estadounidenses, el final de la contracción de la economía norteamericana se ubicaría en algún momento del próximo verano boreal.

Incluso, para algunos, puede que dicho final se produzca antes: durante la primavera actual.
La recuperación de las bolsas ocurrida en marzo ha sido una consecuencia y, a la vez, una causa de la mejora en el estado de ánimo. Es bien sabido que las mismas crean opinión y que su evolución condiciona el consumo.

Entre todas ellas, la que más ha subido es la bolsa china, que curiosamente fue la que más temprano anunció la recesión global acusando una fuerte caída.

No es extraño entonces que, en esta ocasión, vaya también por delante de las demás, gracias a la mayor credibilidad que goza en estos momentos, producto del plan de estímulo económico impulsado por el gobierno de ese país.

En estos tiempos, "los mercados de créditos siguen congelados y esto es algo incompatible con la recuperación esperada", afirmó Juan Ignacio Crespo, director europeo en Thomson Reuters.

Aún así, los analistas apuestan a su reactivación a partir del plan "público-privado" preparado por el secretario del Tesoro norteamericano Timothy Geithner.

La visión oficial sobre la “primavera” económica
A mediados del mes de marzo, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, hizo una afirmación pública muy importante. Sotuvo que la economía de Estados Unidos había evitado una depresión económica.

Posteriormente, pronunció un discurso ante los estudiantes de la Universidad Morehouse en Atlanta (Georgia), en el que subrayó: "Recientemente se han apreciado ciertas señales que indican que el brusco declive de la actividad económica puede estar suavizándose".

En tal sentido, el hombre fuerte de la FED coincidió con el presidente Barack Obama en su percepción acerca de que hay ciertos indicios que anticipan un punto de inflexión para el "tsunami financiero".

Para reforzar esta percepción Bernanke citó algunos indicadores recientes, relacionados con la venta de automóviles, la construcción de viviendas y el gasto de los consumidores. No obstante, destacó que cualquier recuperación económica duradera depende del éxito que tenga el Gobierno en sus esfuerzos por estabilizar el maltrecho sistema financiero.

Por su parte, Obama había afirmado al final de una reunión con sus máximos asesores económicos, que “se vislumbran los primeros rayos de esperanza en la economía”.

De todas formas, al igual que Bernanke, el mandatario subrayó que la primera economía mundial todavía afronta grandes tensiones y que continúa la pérdida de puestos de trabajo.

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